Etica de comunicación y Escucha (Jornadas Lesbo-Trans*Feministas)

Un documento creado y circulado publicamente por el equipo de la organización de las Jornadas Lesbo-Trans* Feministas en preparación para el evento que tuvo lugar en San Cristobal, Chiapas en Julio 2017. Teniendo en cuenta que nuestras diferencias son también nuestra fortaleza (frase clave de las jornadas), la propuesta de este texto es aportar sugerencias que pueden ayudar a facilitar/alimentar la construcción de alianzas y amistades, construyendo comunidad y respeto entre distintas personas y sus luchas. Esta ética de comunicación pretende ser feminista, crítica y tierna al mismo tiempo. [versión en PDF en este enlace.]

Como punto de partida, en los primeros días de las jornadas, cada persona que participa en los diálogos se posicionará desde su lugar de enunción. Se repetirá este enunciado de manera breve cuando sea necesario. Dicho de otra manera, partimos del lugar en que hablamos, tomando en cuenta tanto lo que ofrecemos a la conversación como los límites y/o puntos ciegos de cada lugar. Nadie tiene que saber o ser todo.

Durante los intercambios, si/cuando no estamos de acuerdo, desafiamos la idea y no atacamos a la persona. Retamos actitudes y comportamientos, no esencializamos las características de una persona.

Tenemos en cuenta que cada persona es un mundo. Nuestras intersecciones identitarias, bagajes culturales, memorias corporales y experiencias de vida son complejas y distintas. Cada unx tiene distintos conocimientos y distintos puntos ciegos.

Mantenemos un lugar de reflexividad propia y estamos dispuestxs a aprender y a escuchar experiencias vividas que no compartimos, antes de llegar a conclusiones. Intentamos abrir espacio en nuestros cuerpos para que cada interacción sea una posibilidad de encuentro y aprendizaje.

No pretendemos representar las lesbianas ni las personas trans* sino hablar de nuestras experiencias en los contextos en que andamos y desde ahí, construir espacios que invitan a más gente.

No participamos en xenofobia, racismo, lesbofobia, misoginia, transfobia, homofobia, clasismo, discriminación por edad (ni por ser joven ni por ser mayor). Cuando ocurren comportamientos así, lidiamos inmediatamente con ellos para no engendrar reacciones reactivas ni pasivo agresivas. Comenzamos una conversación con “tú me hiciste sentir esto” sino, por ejemplo, “tus acciones y tus palabras me provocaron estas emociones porque …”

No queremos falsas diplomacias, sino relaciones sinceras y reales. Para tal, estamos dispuestos a momentos y energías incómodas durante esta construcción.

Tomamos responsabilidad de nuestras propias emociones y lo que necesitamos para estar bien durante las jornadas, antes y después.

Democratizamos el trabajo emocional en la construcción de alianzas para que ninguna persona individual quede con esta carga. Aprenderemos juntxs como cuidar el espacio emocional de la colectiva.

Consideramos, de manera rigurosa, perspectivas distintas suspendiendo el yo-centrismo de las ideas, siempre dispuestxs a cuestionar y/o afirmar nuestros puntos de vista.

Desafiamos, a todo momento, la perspectiva humanista de que las relaciones se construyen con base en experiencias universales de todos los seres humanos. Respetamos y queremos aprender más sobre experiencias particulares para entendernos y sintonizarnos con distintas personas y contextos.

Somos humildes ante lo que no sabemos y dispuestxs a pedir clarificación y/o más información.

No asumimos que todo el mundo tendrá referencias particulares y tomamos esto en cuenta cuando compartimos, tratando de ser generosxs unx con el/la otrx.

Ante todas las dificultades que enfrentamos, tanto en la vida diaria como cuando nos juntamos, queremos también gozar y jugar en el aprendizaje y la construcción de nuestras comunidades de alianzas.

Todxs somos maestrxs-estudiantes y estudiantes-maestrxs.

En las Jornadas no exotificamos ni fetichizamos a ningúna persona por ser trans*, no-binaria, afrodescendiente, indígena o por tener cualquier otra identidad o aparencia que sea nueva para nosotrxs. Dejamos a las personas ser y estar libremente en este espacio sin sentirse como objetos de estudio ni infatuación.

Queremos un ambiente con espacio para aprender, pero no pedimos que las personas diferentes a nosotrxs sirvan como pedágogos caminantes que tengan que explicar sus identidades. También aprendemos escuchando y conviviendo.

Sobre la ética de documentación:

  • La comité organizadora de las Jornadas está encargada de la grabación y filmación de las Jornadas completas.
  • En la inauguración, quién no quiera ser grabadx durante las jornadas, levante la mano y tomaremos esto en cuenta en la memoria histórica de los archivos.
  • Pedimos permiso para grabar a personas individuales cuando deseemos archivos apartes y nos mantendremos en comunicación después para la utilización de materiales.